28.11.08

Volver

Nada es lo que parece.
Nada es totalmente horrendo ni totalmente bello.
Ninguna historia maniquea se acerca a la verdad, a una verdad a medias, incierta, misteriosa, vulgar o triste.
Nada.
Nadie puede.
Y esa certeza, esa absurda seguridad, persigue a los personajes y los hace removerse en su espacio limitado, ese que el autor les concede casi con paternalismo, ignorante de que tienen su propia existencia independiente y salvaje.
Salvaje porque viven y mueren cómo y cuando quieren, no cuando nosotros, ilusos, creemos estar cansados de narrar y damos carpetazo perezosamente a una historia, dejando que se apague lentamente con el paso del tiempo.
Ellos y ellas siguen ahí, inexorables, fuertes.
Hoy han golpeado mi puerta.
He despertado, sobresaltada, y me ha deslumbrado una rendija de luz asomando, amenazadora, como el resquicio de un recuerdo vivo.
Están ahí.
Siempre han estado y siempre estarán ahí.
Porque aún tienen una historia que contar.

24.9.08

Infinito

Volvieron a verse casi un año después, rodeados de gente, alegre él, absorta ella.
Nunca supo qué pasaba por su cabeza. Demasiado nerviosa para adivinar...

- Tengo un nudo en el estómago. No puedo deshacerme de él. Me persigue desde entonces. Porque en el fondo sé que hay algo, profundo e inexplicable, un hilo transparente que nos une. ¿Dónde estoy ahora? Es posible que nunca lo descubra. Miss you... -

Y cuando quiso darse cuenta ya se había despedido de él. ¿Puede alguien arrepentirse de algo que no ha hecho? Por supuesto.

-Yo me arrepentiré el resto de mi vida. A no ser que... No suelo prometer nada. ¿Quién sabe qué seremos mañana? Pero te prometo volver. -

Y en el fondo de unas notas nerviosas, escritas con una letra casi ilegible, agarradas con un clip al final de "El Mundo" de Millás, respirará sus lágrimas si aún cree que lo merece... Ella no le olvida.