14.8.06

Cuatro

Caminan rápido, casi corriendo. Luís, con bata, le lee el diagnóstico. Ella va poniéndose la suya por el pasillo, de camino a la UCI. Vuelan.
Lágrimas de fuego. Queman.

-La radiografía muestra lesiones entre la C5 y la C6, aunque no sabremos el alcance de las mismas hasta que baje la inflamación. Le pusimos el respirador, aunque es probable que se lo quitemos mañana…

-¿Ha tenido espasmos? –Se va secando las lágrimas. Arden-.

-Los tuvo al llegar. Hubo un momento en que despertó y sufrió una taquicardia. Está sedado…

-¿Ha venido Álvarez?

-Está de vacaciones. Pero le han llamado y ha dicho que vendría enseguida. Tardará unas cuantas horas en...

-¿Qué profundidad…?

-Poca. No sabemos con qué fue, pero debía ser punzante, aunque no muy afilado. Pensamos en un puñal pequeño, pero no sabemos más. También perdió mucha sangre. Al principio eso fue lo que nos asustó. Casi lo perdemos por parada en la ambulancia.

-¿Daños cerebrales?

-No lo sabemos.

Llegan a la puerta de la habitación casi ahogados… Se paran. Respiran. Ella cierra los ojos. Lágrimas furtivas. Abre los ojos. Mira a Luís. Despacio. Le coge la carpeta con el diagnóstico. Intenta sonreír.

-Gracias.

-Estaré por aquí.

Entra a la habitación. Se acerca a él, lo besa. Lágrimas de rabia. ¿Quién…? Silencio. Lucas mueve los ojos, soñando, sin saber que es muy probable que se haya quedado tetrapléjico. En el suelo, apoyado contra una esquina, la funda de un saxo “Prestini”.

-Fue idea de Óscar. Para su cumpleaños…

-Carmen… - Se acercan. Se abrazan. Se funden… -¿Dónde está Óscar?

-No lo sé. –Seca. Silencio-. Ni me importa.

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